Durante la adolescencia se
da un proceso de construcción personal, en la ocurren cambios manifestados a
nivel corporal y mental. Surgen conflictos personales, cuando es la propia
persona quien lucha entre dos opciones, conflictos familiares y en el entorno
social.
CONFLICTOS INTRAPERSONALES
Son aquellos conflictos que
tiene el individuo consigo mismo. Estos surgen cuando las necesidades
individuales chocan con las del grupo social al cual se pertenece. Se reflejan
la frustración, el conflicto del interés y el conflicto de roles.
1.
La frustración se genera cuando no se logra
una meta a pesar del esfuerzo realizado para alcanzarla.
2.
El conflicto de intereses se presenta cuando
la persona desea algo que tiene aspectos negativos y positivos, o bien cuando
tiene que tomar una decisión y se ve obligada a elegir entre dos alternativas
incompatibles.
3.
El
conflicto de roles se produce cuando el rol que desempeñamos en una de las áreas
de nuestra vida entra en oposición con el que desempeñamos en otra. por
ejemplo, para algunas mujeres que trabajan, su
rol de madre o esposa entra muchas veces en conflicto con su rol
profesional, por lo que se ve forzada a tomar una decisión.
CONFLICTOS INTERPERSONALES
Se consideran como
conflictos interpersonales aquellos que surgen entre dos personas y presentan
un serio problema porque afectan profundamente sus emociones. Pueden
presentarse por distintos motivos: choques de personalidad, escalas de valores
opuestas, amenazas del estatus o lo que es más común, diferencias de percepciones
y puntos de vistas.
Algunos conflictos comunes
entre los y las adolescentes son:
a.
Conflictos por inestabilidad emocional
(magnifican pequeñas dificultades de la vida cotidiana)
b.
Conflictos académicos ( por deterioro en el
rendimiento escolar)
c.
Distorsión en la imagen corporal
d.
conflictos de autoestima
e.
Conflictos de comportamiento (pueden surgir
gestos o actos de rebeldía).
¿COMO AYUDAN LOS CONFLICTOS A LOS ADOLESCENTES?
Durante la adolescencia, los
cambios cognitivos que afrontan las y los jóvenes los vuelve más propensos a
entrar en conflictos.
Sin embargo, esto puede
ayudarlos a desarrollar una serie de habilidades, como las siguientes.
1.
Ensayar estrategias de resolución de
problemas
2.
Potenciar habilidades de comunicación y negociación.
3.
Desarrollar pensamiento crítico.
4.
Considerar puntos de vista alternativos e
incluso opuestos a los propios
5. Enfrentarse a creencias y argumentos de otros
y considerar lo como alternativas validas, aunque no convenga.
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