DEFINIMOS NUESTRA VOCACION
Al final del periodo escolar
supone el comienzo de una nueva vida, en la que debemos tomar muchas decisiones
importantes. Hasta hace algún tiempo, no era frecuente pensar en la profesión que
se seguiría al culminar la secundaria. Hoy, en cambio, es común ver a jóvenes de bachillerato
interesados en los cursos preuniversitarios que ofrecen las distintas
universidades.
La creciente preocupación de
las y los adolescentes por ingresar a la universidad u otro centro de estudios superiores, es
evidente. Sin embargo, este paso debe darse de manera paulatina, sin apuros, u
mediante un proceso de exploración y reflexión profunda. Si bien es cierto que
las exigencias laborales actuales requieren de profesionales jóvenes, elegir
una carrera, sin reflexión y autoanálisis serios, no asegura el éxito profesional.
Aunque no es simple, este
proceso se facilita cuando el adolescente esta motivado, muestra iniciativa y persiste en su
empeño por definir su vocación y emprender las acciones que l llevaran a
concretar su propio proyecto de vida.
ESTRATEGIA
¿Qué estudias? y ¿Cuál será el
centro de estudios más adecuado? estas interrogantes deben ser resueltas
cuidadosamente porque influyen en nuestras metas futuras y en nuestro proyecto
de vida.
León Trathemberg,
especialista en temas de educación, afirma que “elijamos lo que elijamos, no es
bueno decidirse por algo cuando aun no esta convencido de que realmente es lo
mejor para nuestras vidas”.
Del mismo modo, elegir donde estudiar también debe ser fruto de la informacion, del balance de alternativas y del convencimiento, y no guiarnos sólo por la opinión de los amigos y amigs o la publicidad.
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