LOS PROYECTOS SOCIALES

Los proyectos sociales satisfacen necesidades o solucionan problemáticas para mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas.

Existen diversos tipos de proyectos sociales, algunos tienen como objetivo la defensa y promoción de valores éticos y humanos universales, por lo cual también se conocen como proyectos éticos. Por ejemplo, el ecologismo y el voluntariado. Otros, buscan reivindicar o promover el desarrollo de un grupo social especifico. Este es el caso de los movimientos sociales como el feminismo.

EL ECOLOGISMO.

                                       

El ecologismo plantea una serie de objetivos:

1.    La denuncia de problemas ambientales concretos y la elaboración de un planteamiento técnico de alternativas (desarrollo sostenible, reciclaje, etc.)

2.    Una crítica global al funcionamiento del sistema económico basado únicamente en criterios de mercado y rentabilidad.

3.    La reformulación de la gestión política del proceso económico, es decir, la exigencia de quienes resultan afectados por el sistema para que se practique un mayor control de la economía.

4.    La promoción del cambio en la concepción de las personas tiene de sí mismas y de su vida en común esto se puede lograr se practican formas alternativas de la vida alejadas del consumismo.

EL VOLUNTARIADO

Las personas que trabajan en el voluntariado dedican su vida o parte de ella a ayudar a otros seres humanos más necesitados, sin recibir ninguna compensación económica.

Los voluntarios desempeñan su labor altruista en diferentes ámbitos, como la salud, la ayuda social, la educación, etc.

Actualmente, el voluntariado se ha difundido en la sociedad civil como una manera de servir, albergar y acompañar a los menos privilegiados.

UNA SOCIEDAD JUSTA PARA UNA VIDA DIGNA

Para acercarse a construir una sociedad justa y digna, se debe poner en práctica lo siguiente:

·         Establecer un ambiente de libertad absoluta en el que se respeten las opiniones de todos por igual.

·  La promoción humana,  que es el proceso que busca despertar en las personas su protagonismo critico frente a una situación problemática que afecta sus derechos. Por ejemplo, dirigir una campaña contra la exclusión social.

·     Promover la igualdad de oportunidades con el fin de que todos,  sin importar el origen o las creencias, tengan posibilidades de satisfacer sus necesidades y alcanzar la realización personal.

·        Desarrollar la responsabilidad social del estado, que debe intervenir en la redistribución de los bienes básicos (salud, educación, jubilación, etc.) para hacer efectiva la igualdad.

·    Valorar las diferencias, reconociendo los beneficios y oportunidades que puede generar la diversidad en la vida social.

·   Eliminar todo tipo de segregación, ya que imitar la participación o acceso a un grupo determinado de personas es generar un desequilibrio social.

·   Generar espacios de convivencia en la diversidad, ya que las personas no estarán en condiciones de valorar este principio si no lo viven.

Actividad:

Elabora un esquema comparativo acerca de las ventajas y desventajas del sistema de justicia salvadoreño.

UNA SOCIEDAD JUSTA

La justicia es un ideal ético que se relaciona con la voluntad constante y permanente de dar a cada persona lo que corresponde. El valor de la justicia es la clave para una buena relación social, pues armoniza las aspiraciones individuales con los intereses de la comunidad.

La justicia se manifiesta como virtud en dos ámbitos.

a)  En la esfera política se dice que se practica si las instituciones respetan los derechos y libertades de la ciudadanía y aplican equitativamente las leyes.

b)    En el ámbito individual, se afirma que una persona es justa cuando respeta los derechos y libertades de los demás.

Justicia retribuida

Se encarga de regular el intercambio de bienes y servicios entre las personas. El estado se encarga de impartirla a través del poder judicial, que determina la pena que merece una persona a la que se halla culpable de un delito. Todo ciudadano y ciudadana tiene derecho a recibir justicia de manera imparcial y permanente.

Justicia distributiva

Regula el reparto equitativo de bienes y obligaciones en la sociedad. Este tipo de justicia repara los actos que perjudican a un grupo de ciudadanos, cuando se aplican las leyes sin equidad.

A la justicia distributiva se la llama justicia social. Se aplica para determinar los criterios de distribución o redistribución de la riqueza generada en el país, así como de la asignación de impuestos y otras obligaciones ciudadanas.

La equidad

Es la base de la justicia social, la cual se sostiene en dos principios:

1.    El principio de la igualdad. asegura que todos tengan las mismas posibilidades y libre acceso a las oportunidades.

2.    El principio de la diferencia permite desigualdades en el reparto de bienes como medio para igualar las oportunidades de los menos favorecidos.

LA SOLIDARIDAD SOCIAL

La solidaridad es el valor sobre el cual se fundamentan las actitudes de conciencia y compromiso social. Este valor consiste en el reconocimiento de que la acción colectiva es la única vía para forjar un orden más justo de convivencia. Quien es solidario se da cuenta de que los esfuerzos individuales no son suficientes para lograr el bienestar, por lo cual busca la fraternidad con sus semejantes. 

Así, la solidaridad se manifiesta en la capacidad de sumar esfuerzos, ideas y trabajo para resolver problemas o promover la mejora de la sociedad.

Según el sociólogo Emili Durkheim, la solidaridad social es sinónimo de cohesión y concordia entre las personas. Con ella es posible superar el individualismo, que es la tendencia a pensar y obrar según el interés propio, con independencia de los demás.

Las personas que son solidarias manifiestan las siguientes características:

·         Hacen propias las causas ajenas.

·          Se conmueven con el dolor del prójimo

·         Unen esfuerzos para superar las dificultades de los demás.

·         Ofrecen su apoyo preferente a quienes sufren la injusticia o el abuso.

Asistencialismo

Existen diversas maneras de ser solidarios. Una de ellas, muy popular pero poco adecuada, es el asistencialismo. Esta práctica, que consiste en dar algo a quien lo necesita porque es incapaz de obtenerlo por sí mismos, es recomendable para grupos muy vulnerables como los discapacitados, los enfermos o los niños.